Introducción

El final de los tiempos, el apocalipsis, el juicio final... Todos estos términos han sido utilizados para describir el fin del mundo tal como lo conocemos. Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha intentado predecir el momento en que este acontecimiento ocurriría. Y sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, nadie ha sido capaz de determinar con certeza cuándo será ese momento exacto. No obstante, hay quienes han afirmado ser capaces de prever el futuro, de hablar con los dioses o de tener visiones de lo que está por venir. Estos individuos son a menudo denominados profetas, y su capacidad para predecir el apocalipsis ha sido objeto de muchas discusiones y debates a lo largo de los siglos. En este artículo, trataremos de examinar algunas de las predicciones hechas por los profetas más conocidos a lo largo de la historia, y trataremos de determinar si han tenido éxito o no en su tarea de predecir el fin del mundo.

Los profetas de la antigüedad

La creencia en la posibilidad de predecir el futuro es algo que se remonta a tiempos ancestrales. En las antiguas culturas mesopotámicas, por ejemplo, los augures eran considerados como personas dotadas de la capacidad de leer los presagios y los signos de los dioses para anticipar los acontecimientos por venir. En Egipto, el faraón tenía a su servicio a los escribas, que se dedicaban a recoger los presagios para que los augures pudieran interpretarlos. Sin embargo, la concepción de profeta tal y como la conocemos hoy en día surgió en el antiguo Israel. En la Biblia hebrea encontramos una gran cantidad de profetas, cuyo papel era el de transmitir la palabra de Dios a su pueblo. Uno de los profetas más conocidos es Isaías, quien en el siglo VIII a.C. tuvo un importante papel en el reino de Judá, advirtiendo al rey Acaz de la amenaza que representaba el rey de Asiria. En el siglo VII a.C. surgió otro profeta, Jeremías, quien advirtió al pueblo hebreo de la destrucción de Jerusalén a manos de los babilonios. En el Antiguo Testamento hay numerosas profecías que se refieren al fin del mundo, como la que se encuentra en el capítulo 24 del Evangelio de Mateo ("habrá terremotos, pestes y hambrunas, y esto será sólo el comienzo de los dolores del parto"), o el libro de Daniel, que habla de un gran juicio final en el cual resucitarán los muertos y aquellos que hicieron el bien serán recompensados. No obstante, cabe señalar que estas profecías no siempre son fáciles de interpretar. Muchos estudiosos de la Biblia creen que los profetas no estaban hablando del fin del mundo tal como lo entendemos hoy en día, sino de eventos que ocurrirían en el futuro próximo de su tiempo. Por tanto, es difícil determinar si estas profecías se han cumplido o no.

Los profetas medievales

En la Edad Media, la concepción de profeta evolucionó hacia una figura más mística y a menudo asociada a la religión cristiana. En la Europa medieval, surgieron numerosos profetas que afirmaban tener visiones del Apocalipsis y del fin del mundo. Uno de los más conocidos es el abad Joaquín de Fiore, quien en el siglo XII habló de la llegada de una nueva era de la humanidad en la que la iglesia sería eliminada y el mundo entraría en un período de paz y armonía. También en la Europa medieval surgieron movimientos heréticos, como los valdenses o los cátaros, que afirmaban tener una comprensión especial de las profecías bíblicas. Estos grupos a menudo eran perseguidos y acusados de herejía por la Iglesia católica. En el siglo XVI, Martín Lutero, el fundador del protestantismo, predijo que el fin del mundo llegaría en su propio tiempo. Lutero creía que los acontecimientos bíblicos se estaban cumpliendo en su época, y que el fin estaba cerca.

Los profetas modernos

En los siglos XVIII y XIX surgieron numerosos profetas en el mundo occidental, muchos de los cuales se alejaron de la religión y se centraron en la política o en la ciencia. En el siglo XVIII, el francés Nostradamus se convirtió en uno de los profetas más conocidos, gracias a su obra "Las centurias", en la que afirmaba haber predicho una gran cantidad de acontecimientos históricos, desde epidemias hasta guerras. No obstante, muchos estudiosos creen que las profecías de Nostradamus son demasiado vagas como para ser tomadas en serio. En el siglo XIX, surgió un movimiento en Estados Unidos conocido como el "Millerismo", liderado por William Miller. Este movimiento afirmaba que el fin del mundo llegaría en 1843, y aunque este pronóstico no se cumplió, el movimiento dio origen al adventismo, una rama del cristianismo que todavía existe en la actualidad. En la actualidad, existen numerosos profetas y predicadores que afirman tener visiones del Apocalipsis y del fin del mundo. Algunos de estos profetas son religiosos, como Harold Camping, quien en 2011 afirmó que el mundo terminaría en un terremoto masivo, y otros son más nuevos en el panorama, como David Meade, quien en 2017 afirmó que el fin del mundo llegaría el 23 de septiembre de ese mismo año. Ninguno de estos pronósticos se ha cumplido, lo cual ha llevado a muchos a cuestionar la veracidad de estas predicciones.

Conclusiones

A lo largo de la historia, muchos profetas han afirmado tener la capacidad de predecir el futuro, y muchos de ellos han tenido algo que decir sobre el fin del mundo. Sin embargo, ninguna de estas predicciones ha sido capaz de determinar con certeza cuándo ocurrirá este acontecimiento. La Biblia, que contiene numerosas profecías sobre el fin del mundo, es a menudo interpretada de manera diferente por diferentes estudiosos, lo cual hace difícil determinar con precisión si estas profecías se han cumplido o no. Es cierto que existen algunas predicciones que parecen haber sido más acertadas que otras. Por ejemplo, Jeremías predijo con precisión la caída de Jerusalén a manos de los babilonios, mientras que las vagas profecías de Nostradamus han sido interpretadas de muchas maneras. En cualquier caso, es importante recordar que el futuro es incierto, y que ningún ser humano puede predecir con certeza lo que está por venir. Las profecías pueden ser interesantes, pero no deben ser tomadas como verdades absolutas. Debemos vivir nuestras vidas en el presente, disfrutando de cada momento sin preocuparnos demasiado por el futuro. Y si el fin del mundo llega algún día, bueno, al menos habremos vivido plenamente hasta ese momento.

• Fuentes:
• https://www.bbc.com/mundo/noticias-55385941
• https://www.history.com/topics/reformation/martin-luther-end-of-the-world
• https://www.nationalgeographic.com/history/history-magazine/article/170304-apocalypse-when-why-the-end-doesnt-arrive

Imagen de portada: Pixabay