El acercamiento del planeta X: ¿el fin de la humanidad?
En los círculos de teorías de conspiración, el planeta X, también conocido como Nibiru, ha sido objeto de debate durante décadas. Según los teóricos, el planeta X se acerca a la Tierra, y su impacto resultará en el fin de la humanidad tal como la conocemos. ¿Hay alguna base en estas afirmaciones, o es otra teoría de la conspiración sin fundamento? En este artículo, desentrañaremos los hechos detrás del acercamiento del planeta X y evaluaremos su potencial para el fin de los tiempos.
¿Qué es el planeta X?
La idea de un planeta desconocido en nuestro sistema solar fue propuesta por primera vez en 1846 por el astrónomo francés Urbain Le Verrier. Él notó que la órbita de Urano no estaba siguiendo completamente la trayectoria que se esperaba según la física newtoniana, lo que sugería que había algo tirando de Urano fuera de su camino. Después de hacer algunos cálculos, Le Verrier pudo predecir la existencia de un objeto aún no detectado en nuestro sistema solar. Eventualmente, se descubrió el planeta Neptuno, y la discrepancia se explicó.
Años más tarde, en 1906, el astrónomo Percival Lowell propuso la existencia de otro planeta en el borde exterior de nuestro sistema solar para explicar la órbita irregular de Neptuno. A pesar de extensas búsquedas, ningún planeta fue encontrado. Sin embargo, la idea de un "Planeta X" se volvió popular entre los teóricos de la conspiración, quienes creían que la existencia del planeta estaba siendo ocultada por el gobierno.
El presunto acercamiento del planeta X
En 1976, el autor Zecharia Sitchin publicó el libro "El 12avo Planeta", en el que argumentaba que los sumerios creían en la existencia de un planeta llamado Nibiru, que se acercaba a la Tierra cada 3,600 años. Sitchin afirmó que Nibiru era el misterioso planeta X de Lowell. Según él, la llegada de Nibiru resultaría en un cambio catastrófico en la Tierra, causando enormes terremotos y tsunamis, así como la inversión de los polos norte y sur.
Desde entonces, varios teóricos de conspiración han afirmado que el gobierno está ocultando el inminente acercamiento de Nibiru, y que la NASA sabe de su existencia pero no está hablando al respecto. Las imágenes que circulan por Internet que supuestamente muestran a Nibiru cerca del Sol son frecuentemente utilizadas para apoyar esta teoría.
La realidad detrás del planeta X
A pesar de las afirmaciones de los teóricos de la conspiración, no existe evidencia de que el planeta X o Nibiru existan. Si Nibiru fuera real y se acercara a la Tierra cada 3,600 años, sería fácilmente visible en el cielo nocturno y habría sido detectado por astrónomos aficionados y profesionales. Además, los telescopios modernos son lo suficientemente potentes como para detectar un objeto del tamaño estimado de Nibiru a miles de millones de kilómetros de distancia.
La NASA ha desmentido repetidamente la existencia del planeta X, señalando que los telescopios espaciales y terrestres han examinado extensamente nuestro sistema solar y no han encontrado rastros de un objeto que se acerque a la Tierra. La agencia también afirma que si hubiera un objeto tan grande como Nibiru en órbita alrededor del Sol, su influencia gravitatoria habría alterado seriamente las órbitas de los otros planetas en nuestro sistema solar.
Además, si Nibiru fuera real y estuviera a punto de llegar a la Tierra, ya habría causado interrupciones significativas en el movimiento de los planetas en nuestro sistema solar y habría sido detectado por los astrónomos que observan estas órbitas.
Conclusión
En definitiva, a pesar de la popularidad de la teoría del planeta X o Nibiru, no existe evidencia de que ese planeta exista y se acerque a la Tierra. Es una teoría conspirativa sin fundamento. Sin embargo, la recurrencia de esta teoría y otras similares podría ser una muestra de cómo el miedo y la incertidumbre sobre el futuro pueden llevar a la creación de creencias infundadas. Como especie, debemos ser conscientes de esto y trabajar para mantenernos informados sobre el estado de nuestro planeta y las amenazas reales que enfrentamos.