Desde hace siglos, los cometas y asteroides han sido temidos como portadores de la destrucción del mundo. En la actualidad, la ciencia nos ofrece una mejor comprensión de estos cuerpos celestes y su relación con nuestro planeta. En este artículo, exploraremos la verdad detrás de las profecías apocalípticas relacionadas con cometas y asteroides.
Comencemos por entender de qué se tratan los cometas y los asteroides. Los cometas son cuerpos celestes hechos de hielo, gases y polvo, mientras que los asteroides están compuestos principalmente de roca y metal. Ambos se originaron a partir de material residual que quedó después de la formación del sistema solar hace más de 4.600 millones de años.
Los cometas a menudo se refieren como “bolas de nieve sucia” y tienen órbitas elípticas que les permiten acercarse al sol y alejarse muy lejos en su camino alrededor del sol. El acercamiento al sol hace que se vuelvan activos, dejando atrás una larga cola de gas y polvo, lo que a menudo los hace espectaculares a la vista.
Los asteroides, por otro lado, orbitan principalmente en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Algunos también se acercan a la Tierra y se conocen como asteroides cercanos a la Tierra (NEOs).
Hay una creencia bastante común de que algún día un cometa o asteroide chocará con la Tierra, extinguiendo toda la vida en el planeta. Mientras que es cierto que impactos de este tipo han ocurrido en el pasado y podrían volver a suceder, la probabilidad de que uno ocurra en nuestro tiempo de vida es muy baja.
La NASA ha estado supervisando objetos cercanos a la Tierra durante décadas y ha encontrado más del 90% de los asteroides potencialmente peligrosos con más de 140 metros de diámetro. Esto les da a los científicos la capacidad de prever los próximos impactos y tomar medidas preventivas si es necesario.
En cuanto a los cometas, aunque no están claramente en el radar de monitoreo de la NASA, aún hay una posibilidad muy baja de que un cometa extremadamente grande y peligroso podría golpearnos.
La historia está llena de profecías apocalípticas relacionadas con los cometas. En 1910, el famoso cometa Halley pasó cerca de la Tierra, lo que provocó pánico en todo el mundo. La gente pensó que esto era una señal de que el fin del mundo estaba cerca. De hecho, el papa Pío X incluso sugirió que el cometa podría ser una señal del regreso de Jesucristo.
Otro ejemplo interesante es la profecía del “Gran Cometa de 1680,” que tenía una cola de 60 grados de longitud en el cielo nocturno. Muchos pensaron que esto era una señal de que el fin del mundo estaba cerca. Incluso Isaac Newton se sumó a la discusión y sugirió que el cometa podría estar relacionado con la Gran Tribulación mencionada en la Biblia.
Cometas y asteroides no solo tienen una conexión con la profecía religiosa, también se han representado en la cultura popular. Las películas como Armageddon y Deep Impact han capturado la imaginación del público con el miedo a un impacto de asteroide catastrófico.
Del mismo modo, la idea de que un cometa o asteroide golpee la Tierra ha sido retratado en cómics como Superman, series de televisión como Doctor Who y muchas otras obras de ficción.
Entonces, ¿son los cometas y los asteroides nuestro destino final? La respuesta es no. Mientras que en el pasado, las personas se asustaron de eventos como estos, la ciencia moderna ha encontrado maneras de seguir y pronosticar cosas como impactos de asteroides.
Sin embargo, aún es importante estar al tanto de la posibilidad de impactos de asteroides y tomar medidas preventivas si es necesario. Pueden tener un impacto significativo en el mundo si no se toman medidas preventivas adecuadas. Pero, en última instancia, no debemos temer a estos cuerpos celestes en nuestro destino final.